Fiestas y Tradiciones

Tradición que se va recuperando y consolidando gracias al impulso dado por la Ikastola y por el interés de la población local. Grupos de personas “armados” con “makilas” golpean el suelo en un intento de ir despertando la tierra de su letargo invernal mientras cantan las tradicionales coplas.

Sin fecha fija se celebran hacia el 19 de marzo. En este día se hace una cuestación popular y se canta la siguiente copla: 

“La patrona de esta casa será una buena mujer, si nos da chorizo y huevos y el porrón para beber… Angeles somos del cielo bajamos pidiendo limosna para Jesucristo si no nos la dan cataplín-cataplan la cebolla con el pan”

Después de recoger el dinero se procede a la quema del judas. A continuación, se organiza una comida con el dinero recaudado. No hace mucho tiempo las sobremesas eran amenizadas por improvisadas actuaciones teatrales que realizaban los comensales. Esta fiesta surge tras la prohibición del dictador Franco de los Carnavales Rurales.

Quizá la fiesta más popular y esperada por los agricultores de Elvillar.

En este mismo día se celebra una cena de hermandad en la que cada uno lleva comida de su casa y la comparte con los demás.

El 14 de mayo se celebran las vísperas recogiendo al Abad en su casa para dirigirse al Rosario de las seis de la tarde. Una vez terminado este, acompañan nuevamente al Abad a su casa donde disfrutan de un ágape preparado por este y para los miembros de la cofradía.

El día 15, se recoge nuevamente al Abad en su casa y se va a misa para después acompañar al Santo en la bendición de los campos. Hoy en día, se realiza un aperitivo popular para toda la población de Elvillar. A las seis de la tarde se celebra nuevamente un rosario, se celebra el cambio de Abad y se va a la casa de este a merendar.

Después de la Guerra Civil del 36 y en tiempos de mucha necesidad apareció un comercio no regulado que consistía en el tránsito de mercancías por atávicos puertos de la Sierra de Cantabria-Toloño y que unían Elvillar y Bernedo.

Hoy en día, se hace una representación de lo que fue este comercio realizando una marcha a pie y con caballerías entre estos dos pueblos. Es una manera de honrar a nuestros abuelos que tantas veces se la “jugaron” para sacar adelante a sus familias en tiempos muy difíciles. Comida de hermandad, baile, deporte rural, Euskal Dantzak completan este día.

Esperadas con gran nerviosismo, son unos días de distensión donde forasteros como lugareños cantan, ríen, bailan, beben, comen y hasta se enamoran. Las fiestas comienzan con la bajada de “La Hetxizera” desde la torre de la Iglesia a la balconada del Ayuntamiento. El programa ofrece una gran variedad de actos musicales, funciones de todo tipo y degustaciones. Las rondas de “Zurracapote” y el “Akelarre” son sin duda los actos más populares y los que más gente reúne.

No nos podemos olvidar del cariz religioso de una parte de las fiestas, ya que, los días 15 y 16 de agosto están dedicados a la Virgen de la Asunción y San Roque respectivamente.

Las fiestas terminan con el día de Mozos y Mozas donde las diferentes cuadrillas se dirigen al monte a preparar sabrosos ranchos. Los últimos años la tendencia es a celebrarlo todos juntos en la plaza del pueblo.

Aunque ya casi extinguida de nuestro calendario creemos conveniente mencionarla ante el empuje de otra tradición Europea venida desde Norte América. En Elvillar contamos con nuestra propia cultura de la muerte. Esta coincide en muchos aspectos con Hallowen pero reivindicamos la nuestra para que no se olvide. 

En muchas casas todavía, se vacían calabazas y calabacines para crear caras fantasmagóricas en ellas. Con el producto del interior de la calabaza se hace “Cabello de Ángel” y se fabrican dulces.

Antaño y en algunos otros años de intentar recuperar esta tradición se iba de casa en casa cantando una copla y pidiendo comida para luego cenar.

También llamada la Navidad de los pobres. En esta fecha se recogían plantas aromáticas y se situaban en el suelo debajo de las ventanas de las casas. Se encendían estas y el “humo purificador” inundaba de buen olor las estancias de la casa que ya pocos iban a abrir por la cercanía del invierno.

Es una purificación material pero también espiritual. Podríamos decir que es la tradición mas antigua que se celebra en Elvillar y de un marcado carácter pagano. En la actualidad se realiza una gran hoguera en la plaza del pueblo donde las personas más valientes atraviesan la hoguera saltándola. Después con las brasas se asan castañas y patatas.